miércoles, 14 de octubre de 2009

DIA 14.- TUMBAS MACEDONIAS DE VERGINA Y VISITA A EDESSA

Hoy el desayuno se retrasó un poco. Salimos a las 9 y media para Vergina, el lugar donde se encuentras las tumbas reales macedonias. En primer lugar nos dirigimos a ver los palacios, pero no pudimos verlos porque se encontraban realizando trabajos de excavación y restauración. No obstante pudimos ver allí mismo una tumba que contenía en su interior un trono y las puertas de la misma.


Después fuimos hacia el recinto donde está el túmulo de las tumbas reales. Lástima que no te permiten hacer fotos, porque es realmente impresionante. Consta de varias tumbas realmente bien conservadas y un museo donde se puede contemplar muchos objetos de oro encontrados en ellas.




Sin duda lo más espectacular es la corona y el arca de oro halladas en la tumba de Filipo II. Y por supuesto la tumba en si de este rey, padre del gran Alejandro Magno. No encuentro palabras para describir lo que sentí cuando me coloqué frente a ella. Es una experiencia que hay que vivirla.

Una vez finalizada la visita nos dirigimos a la ciudad de Edessa, pero antes pasamos por Mieza, lugar donde Aristóteles daba clases a sus alumnos, entre ellos, el Gran Alejandro. Vimos un pequeño teatro que se encontraba en restauración y restos de la antigua ciudad.





Ya en Edessa paramos en una taberna a comer, pues eran ya las 15.00 y habíamos andado bastante entre unas cosas y otras. Después de la comida dimos un paseo por el barrio antiguo de la ciudad. Hay algunas calles que mantienen el encanto de antaño, aunque también hay bastantes casas que necesitarían una buena remodelación. No entiendo como en un sitio tan hermoso, no se presta un poco más de atención a estas cosas.


Continuamos la visita de este barrio y entramos en una pequeña iglesia bizantina del siglo XIV que conserva algunas de las columnas originales y unos frescos hermosísimos.

Tras la visita de la iglesia tomamos el ascensor para bajar a la zona de las cataratas, para posteriormente ir subiendo de nuevo a la parte alta. Las cataratas son impresionantes, sobre todo las gemelas. El entorno, gracias al agua, goza de un verdor y frescor que son muy de agradecer para refrescar los calores de mediados de Agosto.



De vuelta en la zona alta, dimos un paseo por la zona comercial y cogimos el coche para volver al hotel. Volvimos a pasar por Veria, pero decidimos no parar pues esta ciudad necesita de mucho tiempo para ver todo el tesoro que aún conserva, ya sea en iglesias bizantinas o en sus museos, así que en otra ocasión será.


En el camino al hotel, en la carretera había varios carteles indicadores de tumbas macedonias. Paramos en una que estaba justo a la orilla de la carretera y bajamos hasta la puerta para verla. Sólo pudimos ver el exterior y poco más, ya que los objetos del interior, por supuesto, estarían en el museo.


Llegamos a Sevastí y cenamos en el hotel. Nos dimos un bañito en la piscina, tomamos unas copas y nos fuimos a descansar, pues al día siguiente tocaba ir al Olimpo.

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